Hola amigos, estamos ya en la primera puerta de entrada al Exito. Si el título de este artículo te provoca incomodidad o malestar significa que eres uno de los que necesitan leerlo primero.
Recordaros que en los artículos anteriores señalé que responsabilizarnos de lo único que tenemos, que es nuestra vida, nuestra existencia en el mundo, es la idea principal que tiene que sostener los pilares de una estructura óptima para alcanzar nuestros sueños. Pero me reitero encarecidamente: responsabilizarnos no significa sentirnos culpables por lo que hemos hecho con nuestra vida, porque eso nos llevaría a más pobreza. Sí significa atrevernos a vencer nuestro miedo dominante a no querer enterarnos de lo que hacemos con ella. Significa ocuparnos al menos durante unos pocos minutos cada día (bastarían 10 m. de conciencia por día) para redirigir la orientación errónea que a menudo llevamos durante días, meses, años.
¿Y qué haríamos con esos 10 m.? Pues os voy a introducir en algo muy sencillo que ya conoceréis muchos: la meditación. Una meditación muy sencilla que consiste en dejar de atender a los miles, millones de pensamientos incesantes que dominan nuestra mente (unos 60.000 pensamientos repetitivos por día). Y fijaros, he dicho «dejar de atender«, no intentar dejar la mente en blanco,aspiración frustrante para nuestro mundo occidental. Son dos cosas muy distintas. Para dejar de atender a esos pensamientos y tomar el control óptimo os propongo que cerréis los ojos e intentéis atender a vuestro pecho. Cómo se mueve al inspirar y expirar, cómo entra el aire por vuestras vías respiratorias y sale, cómo ese aire es cálido… abundante, relajante. Nada más y nada menos. Eso es todo durante los cinco, siete o diez minutos nada más despertaros. En otros artículos si os interesa, profundizaré para saber por qué esto es tan sumamente importante para entrar en la vía de la Prosperidad y en el uso y manejo del Hemisferio Derecho, herramienta principal en mi trabajo a lo largo de los años.
Si queréis ser empresarios de vuestra vida os diré algunos datos importantes que me resultan reveladores. Si todos nosotros, todos los humanos disponemos del mismo tiempo «real» por día, 86.400 sg, ¿cómo es posible que algunos lleguen tan lejos y otros se hundan en el victimismo y en la miseria?. Para mí resulta muy significativo este dato y desde que tomé conciencia a través de mi trabajo terapéutico, he meditado mucho al respecto para saber, en primer lugar orientarme a mi misma y en segundo orientar a todos los que acuden a mis servicios.
Como punto de partida deciros que si sólo usamos la mente puramente racional o lógica, no podremos avanzar mucho. Esta es amigos, mi creencia base. La parte racional de nuestra mente solo representa un 2% aproximadamente. Es la Mente Subconsciente o emocional la que nos llevará sin reservas al éxito en nuestras vidas.
Pero quiero volver al artículo anterior cuando os hablé de Alex y Mara. Pueden ser dos ejemplos humanos de las limitaciones que todos tenemos en algún momento de nuestra existencia. Están sacados del libro «La patata sabe de ti» que he escrito para que podamos guiarnos cuando nos enfrentamos a relaciones humanas difíciles, relaciones dependientes, etc. Pués bien, Alex y Mara son un matrimonio casi roto. Sus vidas se encuentran vacías aunque ellos no son plenamente conscientes de ello. Cada día en su vida es un día perdido en el que culpar al otro de su insatisfacción, quejarse o malgastar el tiempo autocompadeciéndose y haciéndose la víctima, es lo más habitual. Alex y Mara decidieron reprocharse en cada momento todo lo que sentían, culparse entre sí por lo que no recibían, culparse de su insatisfacción sexual, como pareja, como ser humano… En vez de mirar dentro de sí, dentro de cada uno, decidieron (consciente o inconscientemente) buscar fuera las causas, los culpables. Así se evadían, huían de la insoportable existencia que ambos llevaban.
Desde ahí podemos observar que todos nosotros llevamos un Alex o Mara dentro. En algún momento, cuando los problemas nos llueven o cuando se complica nuestra vida, sentimos que no tenemos el control de la misma y buscamos culpables quejándonos o autocompadeciéndonos, dejando de trabajar en nuestro crecimiento y así, dejando de avanzar y bloqueándonos.
Cada aspecto problemático que vivimos o experimentamos, representa que en algún momento de nuestra existencia, los eslabones de nuestra cadena vital comenzaron a desviarse de su verdadero sentido, que tomamos un camino erróneo probablemente sin ser conscientes, y que desde entonces (puede que haga mucho) nos salimos del sendero que nos conduce al éxito.
En el próximo artículo hablaré de ejemplos sobre cómo nos hacemos daño, cómo nuestras relaciones son a veces inapropiadas para nuestro crecimiento y cómo son reflejo de cómo nos relacionamos con nosotros mismos. Es de vital importancia que aprendamos a cuidarnos, que aprendamos a resolver conflictos, que aprendamos a creer en nosotros y en la Vida, que sepamos qué buscamos, qué metas tenemos y cómo cuidamos nuestro día a día… porque amigos, verdaderamente es lo único que tenemos y disponemos de 86.400 sg para mimarla. Feliz jornada a todos y abriros a lo nuevo. Un abrazo: Mayte Ps.
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